Del 6 al 18 de julio, 2003, representantes de la Red Internacional de Bosques Modelo (RIBM) tuvieron la oportunidad de viajar a Futaleufú y Formosa en Argentina con el objeto de examinar el estado y avance de los bosques modelo. Era la primera vez que la RIBM visitaba Argentina desde que se estableció el Centro Regional de Bosques Modelo para América Latina y el Caribe (CRBM- LAC), en octubre del 2002.
A pesar de los desafíos políticos y organizativos por los que ha pasado Argentina en los últimos dos años, los integrantes de la gira -Richard Verbisky, funcionario principal de programa de la Secretaría de la RIBM para América Latina, Brian Bonnell, administrador del Programa Canadiense de Bosques Modelo (Ministerio de Recursos Naturales de Canadá) y Francisco Mendoza, director ejecutivo del CRBM- LAC- encontraron dos bosques modelo que seguían creciendo.
«Fue una experiencia muy positiva», expresó Verbisky. «Los dos cuentan con todos los componentes esenciales de los bosques modelo».
Verbisky explicó que cuando Néstor Kirchner fue elegido presidente de la Argentina en mayo del año en curso, la estructuración masiva del gobierno dio como resultado la absorción del ministerio de recursos forestales por el ministerio de salud. La reorganización será un desafío para los asociados del bosque modelo en Argentina en su afán de representar la naturaleza diversa de los bosques modelo de manera tal que beneficie tanto al programa de bosques modelo como al ministerio de salud.
A nivel de terreno, sin embargo, asociados de bosques modelo dedicados en ambas regiones, en colaboración con organizaciones locales e internacionales, han continuado su trabajo y han logrado notables resultados.
El Bosque modelo Futaleufú está ubicado en la zona templada húmeda de la Patagonia en la parte sur de la Argentina. Las 378 000 hectáreas del bosque modelo abarcan el Parque Nacional Alerce, varias aldeas pequeñas, un centro de manejo y prevención de incendios y un centro educacional, entre otras cosas.
Sin embargo, a pesar de ser el primer bosque modelo establecido en el país, Futaleufú nunca ha funcionado bajo los auspicios de un consejo directivo elegido. Lo que es más, a consecuencia de la reorganización se cortó el apoyo nacional -componente por lo general esencial para el éxito del bosque modelo. Incluso en estas condiciones, los socios dedicados han seguido trabajando.
«Hay una gran capacidad de liderazgo entre los asociados de este bosque modelo», señaló Mendoza. «Se están desarrollando muchas e interesantes ideas nuevas y proyectos».
El liderazgo del que hablaba Mendoza incluye organizaciones respetadas y de experiencia en Argentina, como CIEFAP (Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino), que ha realizado varios estudios sobre los ecosistemas del bosque modelo y la conservación de especies forestales; ALAPA, asociación de agricultores que buscan formas alternativas de producción como la exportación de cerezas a Europa e INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), centro de investigación de renombre que se propone, entre otras cosas, mejorar la producción agropecuaria y agroforestal sobre una base sustentable y optimizar los retornos económicos rurales en pro de una mejor vida rural.
Un proyecto apoyado por INTA, proporciona un ingreso sustentable a los pobres rurales de Trevelin, comunidad pequeña ubicada dentro del bosque modelo. Con el objeto de ayudar a los habitantes de Trevelin a complementar sus ingresos, el proyecto les da acceso al bosque modelo para que recojan hongos silvestres, cosechen y corten madera y recojan leña. Todas esas actividades se incluyen en un plan de manejo forestal sustentable.
Entre otros proyectos se encuentran:
El gobierno chileno y comerciantes argentinos han expresado su interés de «hermanar» Futaleufú con un bosque modelo futuro en Chile. Si se concretiza esta idea, éste sería el primer bosque modelo binacional del mundo.
Con la estructura y equilibrio propicios, «Futaleufú tiene el potencial de convertirse en el modelo de los bosques modelo de Argentina», señaló Verbisky. «La gente allí está bien conectada y tiene mucho interés en trabajar en red».
«El principal desafío para Futaleufú será que todas las partes interesadas establezcan una agenda común para lograr la sinergia necesaria entre los varios proyectos interesantes que se están desarrollando», agregó Mendoza. Para eso será necesario trabajar hacia una meta común donde todos los asociados comprendan plenamente el papel que les cabe desempeñar en el bosque modelo y los beneficios que arrojaría su participación».
El Bosque Modelo Oeste Formoseño, de 800 000 ha, está ubicado en Ingeniero Juárez, a ocho horas en automóvil de la ciudad de Formosa en la parte norte de Argentina, una de las regiones más pobres de la provincia.
A pesar del liderazgo y cohesión esporádicos a nivel local y regional, los asociados del bosque modelo de la región siguen comprometidos al concepto del bosque modelo. Con apoyo de parte de JICA, la (Agencia Japonesa de Cooperación Internacional), han continuado con sus proyectos individuales logrando un éxito considerable.
«Hay un equipo de profesionales muy comprometidos que están desarrollando proyectos muy eficientes y exitosos», explicó Mendoza. «A saber, pequeñas granjas familiares manejadas por mujeres que satisfarán mejor las necesidades de nutrición de sus respectivas comunidades».
Durante el tiempo que estuvieron en el lugar, Verbisky, Bonnell y Mendoza se reunieron con asociados del proyecto incluyendo la comunidad indígena Wichi que genera un ingreso sustentable manejando un vivero de árboles. Las mujeres Wichi ganan ingresos extras por medio de tallados, tejidos y haciendo joyas que venden a los turistas.
Del mismo modo, la comunidad indígena Toba también ha seguido trabajando en iniciativas de manejo y uso forestal sustentable dentro del área del bosque modelo, incluyendo la construcción de una enorme cerca alrededor de 250 hectáreas de tierra. Debido al gran tamaño del terreno, a menudo las comunidades vecinas y los agricultores lo usan para pastoreo de ganado y es difícil controlar el acceso.
«Construyen la reja para dejar afuera a los animales, no para encerrarlos», explicó Verbisky.
La parte de bosque de reserva será objeto de un estudio de sustentabilidad después que el profesor Walter Pérez, de la Universidad de Formosa efectúe un inventario y determine cómo recuperar algunas de las especies forestales más valiosas y cómo manejar las existencias forestales en el futuro. Los Toba también están construyendo un centro comunitario y están desarrollando un sistema de abastecimiento de agua.
Políticamente, aunque hay apoyo verbal importante a los bosques Modelo Oeste Formoseño y Futaleufú, tanto al nivel municipal como provincial, el apoyo financiero es más difícil de obtener debido a las dificultades económicas recientes por las que ha pasado Argentina. Las consultas a nivel nacional y la formalización de una estructura de dirección, incluyendo la elección de un Consejo Directivo, se ven como pasos importantes a corto plazo para continuar avanzando en el desarrollo de ambos bosques modelo.
De hecho, los asociados del Bosque Modelo Oeste Formoseño están planeando un taller para estudiar las opciones para reformar el Consejo y desarrollar un plan para llevar a la práctica la reforma, el que se realizaría a mediados de octubre de este año. La facultad de Recursos Naturales de la Universidad de Formosa ya ha ofrecido patrocinar el taller.
«Con un Consejo apropiado que les dé el perfil, equilibrio y estructura que necesitan, estos bosques modelos rápidamente se van a convertir en vehículos fuertes y eficaces para implementar el manejo forestal sustentable basado en la participación comunitaria», expresó Verbisky.