El paisaje de Carelia es una combinación de bosques, terreno pantanoso (tollas) y cauces de agua que se extiende a lo largo de la frontera entre Finlandia y Rusia. Allí se ubica el Bosque Modelo Ilomantsi, que comparte un límite de 100 km de longitud con la República Rusa de Carelia.
Cuando se propuso la idea del Bosque Modelo, los interesados reconocieron que las decisiones relativas al paisaje del lado finlandés podrían implementarse únicamente en colaboración con las decisiones tomadas del lado ruso. También comprobaron que los enfoques de planificación del paisaje en Finlandia eran significativamente distintos de los de Rusia y que dichas diferencias reducían la sostenibilidad general de la región. Asimismo, las estructuras de tenencia de tierras y los problemas de comunicación y colaboración transfronterizas hacían aún más difícil la coordinación de prácticas y planes.
El Bosque Modelo vio una oportunidad de establecer conexiones para producir resultados importantes desde el punto de vista ecológico, promover paisajes sostenibles y lograr beneficios económicos a través de proyectos, como por ejemplo identificar nuevos métodos y técnicas de evaluación del paisaje, elaborar mapas de bosques con alto valor de conservación usando sistemas de teledetección, y mostrar a los principales propietarios en Ilomantsi las ventajas de la certificación grupal FSC.
Otro proyecto del Bosque Modelo era apoyar la evaluación interjurisdiccional de peligros de incendio. Uno de los desafíos fue armonizar los distintos sistemas de medición y clasificación utilizados en ambos países. El objetivo del estudio era analizar los riesgos de peligro de incendio transfronterizo en los bosques y evaluar las posibilidades de difusión de información conjunta.
Del lado ruso, hay grandes extensiones de bosque poco fragmentado, con algunos caminos y casi sin procedimientos de gestión de combustible. El lado finlandés se caracteriza por extensiones de bosque más pequeñas y más fragmentadas, mayor densidad de carreteras y operaciones intensivas en materia de gestión forestal. Es importante mencionar que los enfoques de gestión eran bastante diferentes y no permitían realizar comparaciones adecuadas de datos y mediciones.
Por medio de la identificación espacial de la ubicación y tamaño de los riesgos potenciales de incendio y adoptando unidades de medida complementarias, los investigadores pudieron elaborar mapas y clasificar áreas de riesgo de incendio alto-medio de ambos lados de la frontera. Esta información ayudará en la gestión de combustible y en los regímenes de cosecha.
Si bien la motivación para crear un Bosque Modelo difiere de una región a otra, todos los Bosques Modelo se han creado generalmente para soluciones un problema o desafío importante en el paisaje. La fundación del Bosque Modelo Ilomantsi respondió a los impactos de la globalización, al cambio climático y al incremento en el uso de los recursos naturales de la zona. El trabajo del Bosque Modelo permitió aumentar la colaboración transfronteriza, aprovechar nuevas oportunidades económicas y mejorar la protección del paisaje.
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